jueves, 14 de febrero de 2013

San Valentín, una táctica puramente comercial



Cuando se aproxima el día del romanticismo por antonomasia, se pueden observar todos los comercios con decoraciones rojas de corazones y sus productos posibles regalos de San Valentín.
 La festividad de San Valentín se remonta al siglo III, un obispo de Terni que, según la leyenda, fue encarcelado por celebrar matrimonios cristianos. Y aunque a mí, personalmente, me parece una fecha "puramente comercial" y que las cosas se demuestran día tras día, es difícil dejar pasar esta fecha sin un pequeño detalle personal hacía la persona que me regala cada día su corazoncete, por eso mismo, he decidido dejar esta entrada:


Me gustaría escribirte el texto más bonito que hayas leído nunca, contándote lo importante que eres para mi, contándote en él, todo lo que has despertado en mí y cada momento especial que me has hecho pasar a tu lado. Pero me pongo a escribir y todo lo que pueda decir se queda demasiado pequeño.
Sin duda, en ese texto empezaría dándote las GRACIAS, de todo corazón por haberme hecho tan feliz, por darme todo el cariño del mundo, por cuidarme y protegerme. Gracias por haberme sacado cada sonrisa, por haberme hecho reír como una tonta, por haber antepuesto mi felicidad a la tuya y por haberme hecho sentir la persona más especial del mundo a tu lado.
Continuaría diciéndote, que me enganché a cada una de tus caricias y sonrisas, a tu mirada, como no a cada uno de tus besos, a esa forma especial de tratarme, a esos ojitos y a tu manera de hacerme sentir única y especial.
Acabaría diciéndote que sí, que lo reconozco, que has pasado a ser mi única adicción. Sin apenas darme cuenta me fui haciendo adicta a esa carcajada que soltamos cuando nos reímos el uno del otro por una simple tontería y a cada uno de esos abrazos de los que nunca deseo soltarme. Adicta a cada momento que paso a tu lado y a cada sonrisa tuya que me regalas.
Por último, me gustaría recordarte lo especial e importante que eres para mí, y mi deseo es estar a tu lado el resto de mi vida.
 En ti, encontré la pieza que me faltaba para ser realmente feliz. 



...y vosotros, ¿celebráis San Valentin? ¡Contadme!

sábado, 2 de febrero de 2013

Instrucciones para volverse completamente loco


Para alcanzar un estado de perfecta locura, deberás seguir los siguientes pasos:

Mientras creces, empieza poco a poco a rebelarte contra todo lo que no entiendas y contra todo aquel que te marque pautas que no quieras seguir. Recibe hostias de todas partes y en todas direcciones. Pide ayuda y no la recibas. Equivócate, reconoce tu propio error, a continuación olvídalo y vuelve a equivocarte en lo mismo. En este punto, nota cómo ya dudas entre si tu problema es que no das más de ti o es que quizás has perdido un poco el norte.


Sufre traiciones, a ser posible de gente que no esperes.



Arriesga siempre que creas que merece la pena. Pierde muchas veces y agradece, con el tiempo, alguna otra.

Critícate a ti mismo por las manías que vayas adquiriendo pero no las sueltes. Sé exigente contigo mismo hasta hacerte daño de vez en cuando. Pregúntate por qué eres como eres, con lo fácil que parece ser aquel que actúa dependiendo de los demás en lugar de seguir su propia personalidad. Cúlpate por no seguir las pautas de otros, por ser inevitablemente tú mismo.

Envejece sintiendo que no has terminado de entender absolutamente nada, pero ahora serás más fuerte, no habrá quien te derribe, ni quien te haga una pizca de dañó y siéntete orgulloso de ti mismo por ser totalmente TÚ, y no seguir las pautas de la sociedad.

Pasa los últimos años repasando episodios de todo lo vivido. En este punto ya hará tiempo que la vida te obligó a enloquecer en menor o mayor medida, así que el repaso no dolerá; la locura es analgésica.


En este post, habla la voz de la experiencia propia, segí todos estos pasos y el resultado es que estoy totalmente enloquecida, pero con una alegría y felicidad que muy pocos han sido capaces de conseguir.